Se trata de dispositivos médicos elaborados en forma anatómica –con metil metacrilato, material que permite su fijación con las dos narinas–, destinados a modificar una parte de las consecuencias que quedan después de una serie de intervenciones a las que son sometidos para corregir las alteraciones físicas; en este caso la posición del ala nasal.
Investigadores de las facultades de Odontología (FO) y de Química (FQ) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) crearon conformadores nasales, cuyo objetivo es contribuir a corregir secuelas posquirúrgicas en pacientes que enfrentan esa anomalía craneofacial congénita, la cual los afecta física y emocionalmente.
Luego de la reparación de la malformación mediante numerosas operaciones que se practican durante la primera infancia, algunos pacientes requieren intervención para mejorar la forma y simetría del labio superior y de la nariz.
René Jiménez Castillo, académico de la Facultad de Odontología y quien diseñó los instrumentos, mencionó que el ala nasal tiene un cartílago del cual es difícil controlar su resiliencia. A pesar del extraordinario trabajo de los cirujanos, en la mayoría de los casos queda un colapso nasal que deja una irregularidad, lo que repercute en la conducta emocional del paciente.
Y es que la resiliencia de ese cartílago provoca que no se pueda modificar y quede ahí la notoriedad de los tratamientos quirúrgicos realizados. Una vez dado de alta, tras las operaciones para corregir la malformación, es sometido a una última y pequeña cirugía para introducir el “moldeador” a las fosas nasales.
Para este “retoque” se separa la piel del cartílago a fin de realizar con bisturí pequeñas hendiduras en ese tejido firme y colocar el conformador que el cirujano elija. Ello permitirá que el dispositivo se adhiera y cicatrice de diferente manera para dar simetría a la nariz, abundó el experto en prótesis maxilofacial.
De acuerdo a la información publicada por la UNAM, el conformador además puede utilizarse en quienes son sometidos a rinoplastias, aunque ello depende del cirujano. Es importante que los médicos lo prueben y adapten a las necesidades de la persona, consideró el especialista universitario.